Algo que siempre he detestado es la sobonería de ciertos medios de comunicación en el sur de California y lo digo por que las cosas se tiene que decir frontalmente. Que la fiesta del 26 de julio haya sido un éxito económico no se critica porque para eso la organizaron. Lo que habría que preguntarse si en realidad fue un éxito total como se viene argumentado, sobre todo en la publicación “Ultima Hora”, cuyo dueño fue uno de los organizadores.
Aquí lo censurable es que el consulado estuvo involucrado en ese evento patrocinado y apoyado por ellos y nunca se dio a conocer quiénes eran los organizadores. Lo peor de todo es que no se sabe a que bolsillos fueron a parar los miles de dólares de ganancia.
Se detectó, mediante cartas y quejas verbales de muchas personas, sobretodo por parte de los dueños de negocios, predominando y es común donominador la viveza de ciertas personas que se favorecieron de la masiva concurrencia. No fueron más de 12 mil personas como se argumenta.
El consulado con la experiencia del año pasado no se preocupó lo suficiente para que no se repitan los errores del año pasado para que esta vez existiera una mejor organización. Parece que la consigna de las personas involucradas era ganar lo más que se pueda al extremo de monopolizar la venta de bebidas gaseosas, sin importarles nuestros compatriotas que tenían que hacer largas colas.
No les importó la calidad del espectáculo, la moral o ética del evento. Se permitió a un persona como Maestro de Ceremonias cuyo nombre no merece ser mencionada. Que vergüenza. En lugar de aplausos recibió muchas quejas tanto de los presentes como de los artistas.
Por lo pronto, el cónsul Balbuena no ha sabido responder las cartas-quejas que le hicieron llegar. ¿Qué mejor indicio de su ineptitud que ni sabe, ni se sabe cuál fue el apoyo consular? ¿Apoyo a la mediocridad?
Ejemplos hay muchos y si los enumeramos estos comentarios quedarían recontra chiquitos a todo el material que tengo y por factor espacio no los puedo reproducir.
¿Cuáles son las verdaderas funciones de las oficinas consulares? ¿Trabajan para el bienestar de las colectividades de connacionales?
Como ciudadano peruano tengo el derecho de pedir cuentas sobre este evento y que las personas correspondientes hagan saber que los peruanos radicados en el Sur de California no somos caídos del palto; seguiré insistiendo para que se aclare por qué razón el consulado apoyó y organizó y hasta permitió que la oficina del Estado (consulado), sirviera para que sea oficina de los organizadores, donde los dueños de los negocios iban a pagar por el stand que contrataban.
El cónsul involucró al Estado peruano en un evento donde se recaudó dinero. ¿Habrá informado sobre las ganancias? Otro hubiera sido el cantar si los patrocinadores no involucraban al consulado.
Ojo: No hubo coordinación en ese sentido. Se dijo que la entrada era gratis y de amplio estacionamiento sin embargo no se advirtió a la gente que el costo, que el año pasado fue de $ 5.00, esta vez se iba a cobrar $10.00. Se criticó mucho la calidad del sonido pero segun los organizadores no alcanzo el dinero para recibir el audio propio del Expo Center “Grand Arena”. Todos los que participaron donaron su tiempo, esperemos que mas adelante no resulten problemas cuando se haga la contabilidad, Otra de las cosas que se observo, La mayoría de los que tenían los bandstand (Kioscos) los productos eran carísimos una camiseta a $ 60.00, politos $ 10.00, la gaseosa o licor in de $ 4.00 y $ 6.00. ¿ Es patriotismo o negocio?
Ahora viene lo bonito: El Cónsul, toda vez que se presento o le toco participar, manifestó el éxito del evento en el restaurante Pollo Inka de Gardena el Día 28, pero en ningún momento mencionó el destinado de las ganancias.
Esperamos que el Cónsul Julio Balbuena brinde el informe que le corresponde, sobretodo la respuesta a las cartas que le han enviado y por qué permitió el uso de la oficina consular para recibir dinero que no era del Estado.
Aquí lo censurable es que el consulado estuvo involucrado en ese evento patrocinado y apoyado por ellos y nunca se dio a conocer quiénes eran los organizadores. Lo peor de todo es que no se sabe a que bolsillos fueron a parar los miles de dólares de ganancia.
Se detectó, mediante cartas y quejas verbales de muchas personas, sobretodo por parte de los dueños de negocios, predominando y es común donominador la viveza de ciertas personas que se favorecieron de la masiva concurrencia. No fueron más de 12 mil personas como se argumenta.
El consulado con la experiencia del año pasado no se preocupó lo suficiente para que no se repitan los errores del año pasado para que esta vez existiera una mejor organización. Parece que la consigna de las personas involucradas era ganar lo más que se pueda al extremo de monopolizar la venta de bebidas gaseosas, sin importarles nuestros compatriotas que tenían que hacer largas colas.
No les importó la calidad del espectáculo, la moral o ética del evento. Se permitió a un persona como Maestro de Ceremonias cuyo nombre no merece ser mencionada. Que vergüenza. En lugar de aplausos recibió muchas quejas tanto de los presentes como de los artistas.
Por lo pronto, el cónsul Balbuena no ha sabido responder las cartas-quejas que le hicieron llegar. ¿Qué mejor indicio de su ineptitud que ni sabe, ni se sabe cuál fue el apoyo consular? ¿Apoyo a la mediocridad?
Ejemplos hay muchos y si los enumeramos estos comentarios quedarían recontra chiquitos a todo el material que tengo y por factor espacio no los puedo reproducir.
¿Cuáles son las verdaderas funciones de las oficinas consulares? ¿Trabajan para el bienestar de las colectividades de connacionales?
Como ciudadano peruano tengo el derecho de pedir cuentas sobre este evento y que las personas correspondientes hagan saber que los peruanos radicados en el Sur de California no somos caídos del palto; seguiré insistiendo para que se aclare por qué razón el consulado apoyó y organizó y hasta permitió que la oficina del Estado (consulado), sirviera para que sea oficina de los organizadores, donde los dueños de los negocios iban a pagar por el stand que contrataban.
El cónsul involucró al Estado peruano en un evento donde se recaudó dinero. ¿Habrá informado sobre las ganancias? Otro hubiera sido el cantar si los patrocinadores no involucraban al consulado.
Ojo: No hubo coordinación en ese sentido. Se dijo que la entrada era gratis y de amplio estacionamiento sin embargo no se advirtió a la gente que el costo, que el año pasado fue de $ 5.00, esta vez se iba a cobrar $10.00. Se criticó mucho la calidad del sonido pero segun los organizadores no alcanzo el dinero para recibir el audio propio del Expo Center “Grand Arena”. Todos los que participaron donaron su tiempo, esperemos que mas adelante no resulten problemas cuando se haga la contabilidad, Otra de las cosas que se observo, La mayoría de los que tenían los bandstand (Kioscos) los productos eran carísimos una camiseta a $ 60.00, politos $ 10.00, la gaseosa o licor in de $ 4.00 y $ 6.00. ¿ Es patriotismo o negocio?
Ahora viene lo bonito: El Cónsul, toda vez que se presento o le toco participar, manifestó el éxito del evento en el restaurante Pollo Inka de Gardena el Día 28, pero en ningún momento mencionó el destinado de las ganancias.
Esperamos que el Cónsul Julio Balbuena brinde el informe que le corresponde, sobretodo la respuesta a las cartas que le han enviado y por qué permitió el uso de la oficina consular para recibir dinero que no era del Estado.
fuente : .perunews.
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